Encuentre el camino adecuado para optimizar su inversión comercial
Durante los dos últimos años, los fabricantes de bienes de consumo se han visto expuestos a nuevos retos. Estos retos les han obligado a iniciar un nuevo viaje hacia la digitalización y automatización de sus procesos de negocio, realizados de forma manual o gestionados por una persona con una hoja de cálculo.
Existen múltiples razones por las que esto ha ocurrido: aumento del trabajo en remoto, incrementos de los costes, inflación, cambios omnicanal, mayores expectativas de los consumidores, incremento de la competencia en el mercado, envejecimiento de la tecnología, y cambios digitales y organizativos. Por ello, las empresas deben priorizar sus planes de negocio y establecer una estrategia para evolucionar. Las empresas de bienes de consumo deben superar estos retos y aprovechar las oportunidades creadas a raíz de la evolución de un nuevo ecosistema digital.
Pero, demos un paso atrás y definamos el término "digitalización" como la automatización de tareas que antes eran manuales, en la que algunos pretenden sustituir la tecnología antigua por otra más moderna, actualizar los sistemas o tal vez lograr una combinación de ambas cosas con el resultado de aumentar la eficiencia y reducir o eliminar las operaciones manuales.
La transformación digital de las empresas de bienes de consumo puede comenzar en 3 áreas:
1. Planificación de ventas: Muchos fabricantes, distribuidores y revendedores de bienes de consumo, que todavía realizan la planificación anual o por periodos en Excel, afirman que tienen que crear múltiples hojas de cálculo, que contienen macros y enlaces, enviarlas por correo electrónico con instrucciones de uso sobre los determinados campos a completar y, por último, guardarlas de determinadas maneras para no perder o sobrescribir la información. No hay controles para evitar gastos planificados que puedan afectar negativamente a las finanzas. Y no hay análisis estratégico porque todo el esfuerzo se centra en actualizar una hoja de cálculo. En última instancia, su objetivo es tener un plan único, actualizado en tiempo real con los resultados reales para disponer del mejor estado posible de planificación y ejecución. ¿No es así?
2. Finanzas/Contabilidad: Uno de los KPIs más básicos para las empresas de bienes de consumo es el análisis de la precisión de las previsiones, concretamente la precisión de los devengos (accruals), los cuales se rigen por una previsión actualizada del pasivo. Es fundamental saber cuánto dinero hay que reservar en la cuenta mayor para cubrir los costes futuros no reconciliados. Con las hojas de cálculo de Excel, se realizan actualizaciones manuales del volumen y del gasto real para reflejar el pasivo correcto, contabilizando arbitrariamente un coste estimado para ver cómo afecta a las finanzas. ¿Le resulta familiar?
3. Cadena de suministro: Los fabricantes de bienes de consumo se plantean a menudo la pregunta: "¿Cómo puedo crear un ecosistema informático más digital?". Es necesario hacer que todos los sistemas de la cadena de suministro se comuniquen entre si (aprovisionamiento, planificación del inventario, planificación de la carga) para garantizar que no se produzcan situaciones de falta de existencias o exceso de inventario. Identificar si hay actividad incremental del año anterior, que puede no estar indicada en la solución de planificación de la demanda, es fundamental. Es necesario saber cómo comparar el volumen planificado de ventas con el volumen planificado de demanda. Probablemente no sea la primera vez que se plantea esta cuestión...
Las empresas de bienes de consumo se ven obligadas a iniciar el camino de la digitalización, ya que el aumento de los costes ha afectado profundamente a sus márgenes. Igualmente, deben iniciar un viaje similar en su estrategia de Revenue Growth Management.